Daniel y Beverly

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Hola, somos Daniel y Beverly , un matrimonio que ha estado junto desde enero de 2006, nos casamos el 20 de junio de 2009 y aunque tenemos dos hermosos hijos y una gran vida, no siempre fue así.  Voy a contarte brevemente nuestra historia, desde el principio tomamos el asunto en nuestras manos, ambos teníamos excelentes trabajos y una carrera que nos mantenía cómodos, ocupados, impidiendo que Dios fuera el centro de nuestras vidas. Beverly fue mi Entrenadora de Mercado mientras trabajábamos para la misma compañía. Comenzamos a salir y nos convertimos en novios después de 3 meses. 

Uno pensaría que al inicio tendríamos una etapa de luna de miel, pero ese no fue el caso para nosotros, ambos traíamos experiencias de nuestras relaciones anteriores, por lo que en realidad no confiamos el uno en el otro para darnos el amor y respeto requeridos para que nuestra relación funcionara, estábamos demasiado ocupados tratando de proteger nuestros corazones. Esto sumado a nuestras inseguridades, se convirtió en la causa para que nuestra relación fuera intermitente la mayor parte de nuestro matrimonio. 

Yo tenía miedo de no ser amado y Beverly de ser abandonada, por lo que esperábamos que "la otra persona" asumiera y cumpliera esta responsabilidad después de casarnos. Sin embargo, más tarde en nuestro matrimonio, descubrimos el vacío que ambos teníamos en nuestros corazones. Tuvimos muchas peleas y discusiones, nos separamos muchas veces, antes y durante nuestro matrimonio y cada vez que éramos restaurados volvíamos a separarnos sin comprender realmente la razón por la que sucedía ¡Hasta que tocamos fondo! Finalmente entendimos que realmente nunca confiamos en Dios y siempre pusimos el asunto en nuestras manos. Recibimos asesoría de pastores, líderes e incluso ayuda profesional, sin embargo, todos se dieron por vencidos diciendo que no había esperanza para nuestro matrimonio. 

La última vez, nos separamos por 14 meses, tiempo en el que yo estaba con otra persona, mientras que Beverly se sentía angustiada, aún en esa situación ella defendía nuestro matrimonio, gracias a que encontró algunos ministerios en línea que le dieron esperanza. Fue entonces cuando tuvo un encuentro verdadero con Dios y se dio cuenta que solo Él podía restaurar nuestros corazones heridos y nuestro matrimonio.

Beverly sintió en su corazón que necesitaba usar los talentos que Dios le había dado siendo una inspiración para aquellos que atravesaban una crisis matrimonial así que decidió ayudar a otras mujeres, contribuyendo en los ministerios de restauración matrimonial que la apoyaron, incluso antes de que su propio matrimonio se restaurara. Después de tocar fondo se dio cuenta que era más sensible a la Palabra de Dios, que podía sentir Su dirección para su vida y encontró esperanza en muchas promesas de restauración para nuestro matrimonio. También aprendió sobre guerra espiritual, entendiendo que el diablo engañó a su esposo haciéndole creer que “el pasto era más verde al otro lado” y atacó su matrimonio para derribarla y llegar a nuestros hijos. 

Nuestro matrimonio fue restaurado primeramente por la gracia de Dios, las muchas oraciones y el apoyo de quienes caminaron con Beverly mientras servía en los diversos ministerios. Un matrimonio que parecía inútil, pero no para Dios experto en situaciones imposibles, el Señor de milagros y maravillas que esta vez restauró nuestro matrimonio para siempre, no como la solución temporal que habíamos probado con nuestras propias fuerzas. Esta vez es permanente porque aprendimos que es la voluntad de Dios y que nos ha llamado a servir en nuestro propio Ministerio de restauración: Inspira (Inspire), a través del cual compartimos nuestro testimonio para ser una inspiración y dar esperanza a otros que están en una crisis matrimonial, de la misma manera como nosotros lo obtuvimos cuando más lo necesitábamos.

Desde que regresé, trabajamos en y a través de nuestro matrimonio, entendiendo completamente que el diablo quería destruir a nuestra familia, sin embargo, nunca le daremos lo que quiere porque ahora nos sometemos a Dios. Como cabeza de hogar y como líder espiritual es mi responsabilidad dirigir y proteger a mi familia del mal. Como esposos tenemos una gran responsabilidad dada por Dios, quien nos preguntará: ¿Qué hemos hecho con la familia que Él nos dio?, entonces ¿Qué le dirás?, ¿Recuerdas la manera en que Dios fue con Adán y no con Eva cuando ella comió del fruto prohibido?, fue porque era responsabilidad de Adán liderarla. 

La gloria sea para Dios que me llamó de regreso a mi familia y nos dio la etapa de luna de miel que no tuvimos desde el principio. El Señor es un Dios de maravillas, totalmente comprometido con nosotros en la batalla para restaurar los matrimonios en todo el mundo.